PERFIL DEL SUPERVISOR
El trabajo de la supervisión requiere de tres
tipos de competencias: técnicas, habilidades interpersonales y valores y
aptitudes positivas.
Del concurso de estas tres competencias dependerá
de su desempeño integral como supervisor entendiendo que cumplir con los
objetivos del proyecto con base en costos sociales y/o malas relaciones humanas
no puede considerarse como un adecuado desempeño del profesionista.
NOTA: Estudios recientes en las fallas
estructurales de los edificios de concreto, indican que los colapsos no
provienen de la influencia en el diseño, sino de la falta de competencia de
supervisión de la obra.
“La supervisión competente y estricta será entonces
la clave del problema para prevenir fallas.”
COMPETENCIAS
TÉCNICAS
Por lo general únicamente se solicitan
competencias técnicas a los aspirantes de un puesto de supervisión y éstas son
las que evalúan el área de recursos humanos, entre las competencias solicitadas
destacan las siguientes:
1. Experiencias sobre los materiales y
los procedimientos de construcción comunes.
2. Habilidades para la interpretación de
planos.
3. Habilidades para programar y
cuantificar recursos y productos de la construcción.
4. Entrenamiento en software y hardware
de construcción y diseño.
Además para supervisores especializados en algún
subsistema del proyecto se les solicita conocimientos más específicos y
experiencia en diversas áreas, tales como:
Fabricación y montaje de estructuras, instalaciones
eléctricas, hidráulicas y sanitarias, de aire acondicionado, especiales de
elevadores y montacargas, pisos industriales, acabados especiales como impermeabilizantes.
HABILIDADES
INTERPERSONALES
El principal recurso que un supervisor administra
es el humano: por lo que las habilidades que se requieren para entablar y
cultivar las relaciones interpersonales no den soslayarse, ya que juegan un
papel importante como ya hemos mencionado en el ejercicio de la supervisión.
El supervisor juega uno de los roles de mayor
jerarquía como autoridad en la obra, para ello se acredita su cargo con un
gafete distintivo o con un casco de color diferente que acredita su puesto y
con ello ejerza de manera efectiva su papel.
El supervisor es responsable de establecer su
autoridad en la obra como resultado de su ejercicio profesional. Y esto
únicamente se logra si es capaz de guiar con éxito la conducta de sus
subordinados para la consecución de sus metas específicas dentro del proyecto.
En la medida en que el supervisor colabore con su equipo de trabajo dictando
ordenes atinadas (coherentes) y oportunas se convertirá en su líder y tendrá
menos dificultades para ejercer su autoridad.
Por otra parte, el supervisor también requiere
habilidades para el trabajo en equipo, mismas que son indispensables para
interactuar con otros profesionistas, responsables de supervisar otros
subsistemas del proyecto, o con el personal de otros departamentos de la
empresa (constructora), que tienen un nivel jerárquico igual o similar al suyo.
Generalmente las metas de cada persona son distintas, por lo que suelen
presentarse conflictos entre sus intereses, ya que cada uno tiene sus propias
responsabilidades y orden de prioridades y se requiere que todos trabajen en
común: el proyecto ejecutivo; cuando esto no se da son comunes las relaciones
de escasa colaboración entre supervisores de diferentes subsistemas o entre el personal de supervisión y el del
costo, o el personal de diseño con el de supervisión, por mencionar algunos
ejemplos.
En general el supervisor deberá adquirir
habilidades para interactuar de manera efectiva con todas las personas que
intervengan o tengan injerencia en el proyecto. Algunos ejemplos de esta
interacción son:
Vecinos de la obra inconformes por el proyecto,
proveedores, funcionarios de gobierno y supervisores, sindicatos, vendedores o
prestadores de servicios a los trabajadores, líderes sociales en la comunidad,
etc. Ante cada uno de ellos el supervisor deberá presentar adecuadamente los
intereses de la empresa o propietario de la obra.
VALORES Y APTITUDES
El fracaso de un proyecto atribuido a una
deficiente supervisión no únicamente se da por incompetencia técnica o por
fallas en la interacción humana, sino también por el desapego a la ética
profesional. Desgraciadamente en México es común la falta de valores como son
la lealtad y la fidelidad, lo anterior conlleva a casos en donde los
supervisores actúan protegiendo intereses diferentes a los de la empresa. El
supervisor deberá evitar recibir favores personales, obsequios, invitaciones,
etc. De parte de aquellos a quienes les supervisa su trabajo por tanto el
supervisor deberá mantener su relación en un plano estrictamente profesional.
También está obligado a actuar con honestidad y justicia con los trabajadores.
Desde luego lo anterior además de producir satisfacción moral al supervisor
este debe ser estimulado económicamente por parte de la empresa ara mantener
una actitud positiva, así como para que su trabajo sea más eficiente ejercicio
de la supervisión.
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