MANEJO DE CONFLICTOS
Y COMUNICACIÓN EFECTIVA
Es común e inevitable que durante la construcción
de las obras se presente disputas y controversias de distinta índole que dan
lugar a conflictos. Estos pueden darse entre miembros de la organización del
constructor y entre la organización y el dueño, y en ese caso, deberá ser
afrontado por una supervisión externa.
Un ambiente cordial y profesional propicia buenas
relaciones humanas dentro de cualquier empresa lo cual hará más fácil la
solución de conflictos. Una actitud positiva y agradable pero impersonal, una
actitud de colaboración, pero al mismo tiempo evitando la familiaridad.
Parte de las labores propias de la supervisión,
es detectar los errores en el trabajo de los demás, en estos casos el
supervisor debe tomar todas las medidas que correspondan dentro de un marco ético; por lo que debe evitar hacer
una crítica ofensiva, hacia los ejecutores del trabajo y no hacer alarde de su
descubrimiento lo cual es negativo para el clima de la obra, así mismo debe
reconocer y ponderar el trabajo bien ejecutado, debe ayudar en la satisfacción
de as necesidades humanas de reconocimiento, atención y estimación.
Para el manejo adecuado de los conflictos, el
supervisor debe plantear los asuntos de manera positiva, sin atacar ni
propiciar un clima de dialogo sabiendo primero escuchar y de ahí plantear diversivas
soluciones, para ellos el asunto se debe analizar, madurar y definir antes de
escogerlo.
OJO: Es muy importante evitar plantear los
problemas en lugar de momentos de tensión entre las partes y a que el ambiente
no será propicio para la solución del conflicto.
La comunicación verbal es la más común en la
obra, pero el supervisor debe conocer y utilizar todos los medios de
comunicación que tenga a su disposición como son circulares, reportes,
periódicos, oficios y medios gráficos como dibujos o fotografías entre otros,
sabiendo evitar transmitir información o instrucciones que por su naturaleza no
sean de trascendencia para el costo, la duración o en la calidad de obra, o que
marquen modificación a los trabajos previamente pactados.
Para participar en un diálogo es muy importante
saber escuchar, se debe atender al interlocutor sin distraerse escribiendo,
dibujando o mirando hacia otro sitio, chateando o hablado por teléfono. Debe
evitarse interrumpir a la persona antes de que termine su exposición y es
recomendable seguir el dialogo con movimientos o expresiones cortas (si, no, de
acuerdo, etc.)
El hecho es transmitir que se está comprendiendo
lo que se expone. Estas actitudes, aparte de hacer más efectiva la comunicación
minimizando las interferencias demuestran respeto hacia el interlocutor, lo
cual invita a una actitud recíproca.
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